Desde una edad temprana, Ángel Di María soñaba con jugar al fútbol. Cuando apenas tenía entre 6 y 7 años, pasaba horas pateando una pelota de goma rayada, conocida popularmente como 'Pulpo', frente a su casa en la calle Perdriel, en el barrio Unión de Rosario.

Su pasión por el deporte llamó la atención de rubén Tomé, su primer entrenador, quien en ese entonces pasaba en bicicleta por el lugar y decidió conversar con su madre, Diana.

Así comenzó la historia del que con los años sería uno de los futbolistas más destacados de Argentina.

Di María rápidamente se integró a las inferiores de Rosario Central, donde debutó en Primera División a los 17 años bajo la dirección técnica de Ángel Tulio Zof.

Posteriormente, su talento lo llevó a grandes clubes de Europa y América. Entre ellos destacan Benfica, Real Madrid, Manchester United, Paris Saint-Germain, Juventus y nuevamente Benfica, donde cosechó múltiples títulos y reconocimientos.

Su legado en el Viejo Continente se complementa con sus logros en la selección argentina, con la que conquistó la Copa del Mundo en Qatar 2022, además de ser bicampeón de América, medalla de oro en Beijing 2008 y campeón de la Finalísima.

A lo largo de su carrera, Di María ha pasado de las críticas por lesiones y decisiones polémicas, a convertirse en un ícono de liderazgo y goles decisivos en momentos clave.

Es uno de los futbolistas argentinos con más trofeos en la historia, contando con 45 títulos en total, solo detrás de Lionel Messi.

Tras jugar en clubes de Europa y participar en un Mundial que quedó grabado en la memoria colectiva, 'Fideo' decidió regresar a Argentina y cerrar su carrera en el fútbol local.

La decisión, en su mayoría, fue impulsada por el corazón, ya que no primaron motivos económicos ni deportivos. Su retorno a Rosario Central ha sido considerado un acto de amor hacia sus raíces y un símbolo del compromiso que siente con su tierra natal.

El anuncio fue realizado por Rosario Central el pasado jueves, mediante un emotivo video en sus redes sociales, donde confirmó su retorno tras su participación en el Mundial de Clubes.

Di María llegó a Rosario en un avión privado, en medio de rumores sobre su posible llegada a la MLS, específicamente a Inter Miami, donde jugaría junto a Lionel Messi.

Sin embargo, prefirió volver a su primer club, donde jugó 39 partidos y marcó 6 goles en su primera etapa.

Su decisión de regresar también estuvo marcada por episodios del pasado. Hace un año, Central intentó traerlo en medio de amenazas y amenazas violentas, como una caja con una cabeza de chancho y una bala con nota, en un intento de disuadirlo.

Sin embargo, esta vez, las negociaciones se mantuvieron en silencio y en un clima de mayor tranquilidad.

La vuelta de Di María a Rosario Central se enmarca en una tradición de grandes regresos al fútbol argentino, como los de Mario Kempes, Diego Maradona y otros ídolos que volvieron a jugar en sus clubes de origen.

La familia de Di María también manifestó su apoyo, con Jorgelina Cardoso publicando un mensaje emotivo en sus redes sociales, en el que alentaba a su esposo a seguir cumpliendo sueños y a no abandonar su zurda mágica.

Este regreso, más que un acto deportivo, es una declaración de amor y gratitud hacia sus raíces. Di María se reencontrará con las canchas de su infancia en Rosario, en un barrio donde aún se recuerda cada gol y cada gambeta del ídolo. Y, en la tierra que lo vio nacer, seguramente encontrará el reconocimiento y cariño de toda una ciudad que lo vio crecer y triunfar en el mundo del fútbol.