D Gukesh, un prodigio del ajedrez de tan solo 18 años, ha captado la atención de los medios tras su reciente visita al Templo de Tirumala, ubicado en Andhra Pradesh.

Durante esta visita, Gukesh decidió raparse la cabeza, una tradición que tiene un profundo significado espiritual en el hinduismo. Este gesto fue realizado en el contexto de su impresionante trayectoria en el mundo del ajedrez, donde el joven se coronó como campeón mundial en 2024, superando a Ding Liren en una emocionante serie de 14 partidas.

La decisión de Gukesh de raparse la cabeza se alinea con la costumbre de muchos devotos que buscan mostrar su devoción y humildad ante lo divino. En el video compartido por ChessBase India, se puede ver al joven jugador acompañado de su familia, mientras realiza esta ceremonia llena de simbolismo.

El Templo de Tirumala es uno de los lugares de peregrinación más importantes de la India, atrayendo a millones de visitantes cada año que buscan la bendición del dios Venkateswara.

El año 2024 fue un hito en la carrera de Gukesh, quien no solo ganó la Olimpiada de Ajedrez, sino que también se convirtió en el campeón mundial más joven de la FIDE, un logro sin precedentes que ha puesto su nombre en los libros de historia del ajedrez.

Sin embargo, a pesar de su éxito, Gukesh también enfrentó desafíos, como su reciente participación en el Torneo de Ajedrez TATA Steel 2025 en los Países Bajos, donde quedó a un paso de la victoria, siendo superado por su compatriota R Praggnanandhaa.

Este tipo de experiencias no solo destacan la competitividad del ajedrez en la India, sino que también subrayan el camaradería y el respeto entre los jugadores.

Gukesh, con su estilo de juego audaz y su enfoque estratégico, ha logrado posicionarse en el tercer lugar de las clasificaciones de la FIDE, alcanzando su mejor ranking hasta la fecha.

La comunidad ajedrecística ha estado siguiendo de cerca sus pasos, y muchos lo consideran una de las figuras más prometedoras en el ajedrez moderno.

Su visita al Templo de Tirumala representa no solo un momento de introspección y espiritualidad, sino también un recordatorio de la importancia de la tradición en la vida de los jóvenes atletas.

Con el apoyo de su familia y el respaldo de una nación entera, D Gukesh continúa demostrando que, además de ser un maestro en el tablero, también es un modelo a seguir fuera de él.