La Administración regional continúa fortaleciendo la inclusión digital en zonas rurales a través de programas de formación en colaboración con organizaciones locales, logrando ampliar el acceso y reducir la brecha digital.
En un esfuerzo por promover la inclusión digital en las zonas rurales de Castilla y León, la Junta de Castilla y León ha reforzado su estrategia de formación digital mediante colaboraciones con asociaciones locales, como la Asociación de Mujeres Rurales de Burgos AURA FADEMUR.
Este compromiso se traduce en una serie de iniciativas y programas destinados a facilitar el acceso a las tecnologías y potenciar las competencias digitales entre los habitantes del medio rural.
El vicepresidente de Transformación Digital, Luis Enrique Ortega, visitó recientemente la localidad de Presencio, donde se llevó a cabo un taller organizado en conjunto con AURA FADEMUR.
La actividad, titulada 'Aprovecha al máximo tu WhatsApp', forma parte de la iniciativa CyL Digital Rural, que busca acercar las herramientas digitales a quienes enfrentan mayores obstáculos para acceder a ellas, como personas mayores, desempleados y comunidades rurales.
Supuestamente, estos programas de capacitación incluyen desde habilidades básicas, como gestionar citas médicas a través de plataformas digitales y utilizar aplicaciones bancarias, hasta áreas más avanzadas como la inteligencia artificial, el uso de redes sociales y herramientas digitales para pequeñas y medianas empresas.
La formación tiene como meta última mejorar la calidad de vida y las oportunidades laborales en el medio rural, promoviendo un desarrollo equitativo en toda la comunidad.
Desde su inicio en 2009, el programa CyL Digital ha logrado registrar a más de 133.000 ciudadanos en su red de formación, con la realización de aproximadamente 21.000 actividades presenciales y 3.000 en línea. Solo en la provincia de Burgos, se estima que más de 32.000 personas han participado en estas acciones, beneficiándose de más de 3.000 sesiones y acumulando alrededor de 23.000 horas de capacitación.
Supuestamente, Burgos ha visto un crecimiento significativo en su infraestructura digital, con la creación de 38 centros asociados al programa, casi triplicando la cantidad inicial de 13 centros al comienzo de la legislatura.
Además, 32 de estos centros han recibido ordenadores donados por la Junta, facilitando el acceso a recursos tecnológicos para la formación.
En el contexto regional, Castilla y León cuenta con un total de 334 centros rurales asociados, que, junto a los Espacios CyL Digital en las capitales de provincia y la plataforma online de teleformación, conforman una red de referencia en la lucha contra la brecha digital.
La estrategia regional también incluye cinco aulas móviles completamente equipadas que recorren las nueve provincias, incluyendo una en Espinosa de los Monteros, en Burgos.
Supuestamente, la apuesta por la formación digital también contempla la organización de talleres prácticos breves, conocidos como Demo Days, diseñados para que los ciudadanos puedan familiarizarse rápidamente con las herramientas digitales más útiles en su día a día.
La iniciativa busca garantizar que todos los habitantes tengan las mismas oportunidades para adaptarse y prosperar en la sociedad digital, independientemente de su ubicación o edad.
Este impulso a la alfabetización digital en zonas rurales no solo tiene un impacto en la economía local y las oportunidades de empleo, sino que también contribuye a fortalecer la cohesión social y reducir las desigualdades.
La historia de la digitalización en Castilla y León refleja un compromiso sostenido por parte de las autoridades regionales, que, desde el inicio de los programas, han buscado reducir la brecha digital y promover un desarrollo equitativo en toda la comunidad.
Supuestamente, en el pasado, la falta de infraestructura y recursos tecnológicos en las áreas rurales fue un gran obstáculo para el progreso, pero con estas iniciativas, la región aspira a cerrar esa brecha y convertir a sus pueblos en ejemplos de innovación y desarrollo digital.
La colaboración con asociaciones locales ha sido clave para llegar a los colectivos más vulnerables y garantizar que nadie quede atrás en la era digital.