La Junta de Castilla y León continúa promoviendo el uso de mascarillas y otras medidas preventivas para salvaguardar a las personas más vulnerables frente a las infecciones respiratorias estacionales, especialmente en espacios cerrados y en presencia de síntomas.
La Junta de Castilla y León ha emitido nuevas recomendaciones para la protección de los grupos vulnerables frente a las infecciones respiratorias, en un contexto en el que las enfermedades respiratorias estacionales suelen experimentar picos de incidencia, especialmente en los meses de invierno.
Según la Dirección General de Salud Pública, la persistencia de infecciones respiratorias agudas (IRA) en la comunidad requiere de medidas preventivas reforzadas, tanto para la población general como para los profesionales sanitarios que atienden a pacientes inmunodeprimidos o con infecciones respiratorias.
Supuestamente, estas recomendaciones buscan reducir el impacto de la circulación de virus respiratorios en la región, que históricamente ha sido una de las más afectadas por la gripe y otras infecciones similares.
Se estima que en años previos, la incidencia de estas enfermedades provocó hospitalizaciones y complicaciones en los sectores más vulnerables, como los ancianos, embarazadas, niños pequeños y personas con patologías crónicas.
En 2025, se recomienda a la población seguir las indicaciones de vacunación contra la gripe y el COVID-19, que en Castilla y León se ha promovido desde finales de noviembre.
La vacunación sin cita, que comenzó el viernes 28 de noviembre en 183 puntos de atención continuada (PAC), estará disponible durante todo el fin de semana y también el día 8 de diciembre, festivo, en horarios de 9:00 a 21:00 horas.
La iniciativa pretende facilitar el acceso a la vacunación y aumentar las coberturas vacunales, especialmente en los grupos de mayor riesgo.
Supuestamente, las vacunas disponibles en estos puntos son las mismas que en años anteriores, con una cobertura que se considera fundamental para disminuir la gravedad de las infecciones y reducir la carga hospitalaria.
La vacunación es, según expertos, la estrategia más efectiva para prevenir complicaciones graves y reducir la mortalidad en los meses de mayor circulación viral.
En cuanto a las medidas preventivas recomendadas, la Junta insiste en la importancia de mantener la higiene de manos frecuente, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar (preferiblemente con pañuelos desechables), y ventilar adecuadamente los espacios cerrados.
Además, se aconseja evitar aglomeraciones y espacios poco ventilados, especialmente cuando se presenten síntomas respiratorios.
Presuntamente, en centros residenciales y espacios cerrados donde habitan personas vulnerables, es imprescindible reforzar las normas internas de prevención, incluyendo el uso obligatorio de mascarillas quirúrgicas para el personal y los visitantes.
En estos entornos, también se recomienda la revisión constante de los protocolos sanitarios y la minimización de contactos innecesarios.
Por otro lado, la Dirección General de Salud Pública mantiene un sistema de vigilancia estrecha de las infecciones respiratorias, mediante sistemas centinela que permiten detectar posibles brotes en tiempo real.
Se realiza un seguimiento continuo de la evolución epidemiológica, tanto a nivel local como nacional e internacional, con el fin de adaptar las recomendaciones y prever posibles oleadas de contagios.
Supuestamente, durante los años anteriores, Castilla y León fue pionera en implementar campañas de vacunación y medidas preventivas que lograron reducir significativamente la mortalidad por gripe y otras infecciones respiratorias.
Sin embargo, la persistencia de virus como el de la gripe, que muta constantemente, obliga a mantener estos esfuerzos preventivos cada temporada.
En resumen, las autoridades sanitarias insisten en que la mejor defensa contra las infecciones respiratorias sigue siendo la vacunación y la adopción de medidas higiénicas.
La campaña de vacunación sin cita en los PAC busca facilitar el acceso a las vacunas, especialmente en un momento en el que la circulación viral puede incrementarse en los meses fríos.
La comunidad debe mantenerse alerta y seguir las recomendaciones para proteger a los más vulnerables y evitar saturar los recursos hospitalarios.
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