Las subvenciones destinadas a la rehabilitación de edificios en Castilla y León alcanzan los 97 millones de euros, movilizando una inversión total de más de 136 millones en la comunidad. Proyectos destacados en Valladolid y otros municipios buscan mejorar la eficiencia energética y promover barrios sostenibles.

Las ayudas públicas destinadas a la rehabilitación energética en Castilla y León continúan generando un impacto significativo en la mejora de la eficiencia y sostenibilidad de los edificios en la región.

Según supuestamente datos recientes, las subvenciones concedidas alcanzan un total de aproximadamente 97 millones de euros, lo que en euros europeos (EUR) equivale a unos 92 millones, considerando la tasa de cambio vigente.

Estas ayudas han movilizado en total una inversión estimada de más de 136 millones de euros (unos 129 millones en EUR), lo que refleja el compromiso de la comunidad por modernizar su parque residencial y promover un desarrollo urbano más sostenible.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha anunciado que, desde la apertura de la convocatoria en julio de 2022 y hasta finales de 2023, se han tramitado más de 300 concesiones de subvenciones para diversas actuaciones de rehabilitación.

En total, estas ayudas benefician aproximadamente a 7.060 viviendas distribuidas en múltiples municipios, incluyendo Valladolid, León, Burgos, Salamanca, Segovia, Ponferrada, Aguilar de Campoo y Soria, entre otros.

La inversión total para estos proyectos supera los 136 millones de euros (alrededor de 129 millones en EUR), demostrando un compromiso firme con la mejora de las condiciones habitacionales y la eficiencia energética.

Uno de los ejemplos más destacados es la rehabilitación del edificio ubicado en la Avenida de Salamanca número 3 en Valladolid, que cuenta con 51 viviendas y locales comerciales.

La obra supuestamente tuvo un coste total de aproximadamente 1.367.149 euros (unos 1.297.000 EUR), de los cuales la subvención otorgada por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) ascendió a cerca de 998.280 euros (unos 948.000 EUR), representando casi el 80 % del coste total. La inversión por vivienda en esta intervención fue de aproximadamente 18.800 euros (17.8 mil EUR).

Las mejoras implementadas en este edificio han supuesto una reducción significativa en el consumo energético. Presuntamente, se ha logrado disminuir en un 66,54 % el consumo de energía primaria no renovable y en un 79,69 % la demanda energética anual para calefacción y refrigeración, lo que contribuirá a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a promover un entorno más saludable y sostenible.

Las obras incluyeron la instalación de fachadas ventiladas de cerámica, la colocación de un sistema de aislamiento térmico exterior (SATE), sustitución de carpinterías por ventanas de PVC de alto rendimiento, y la adecuación de instalaciones en las fachadas, además del cierre de galerías mediante lamas de celosía.

Estas acciones no solo mejoran la eficiencia energética, sino que también aportan valor estético y funcional a los edificios.

Por otro lado, en paralelo, están en marcha proyectos de gran escala denominados Entornos Residenciales de Rehabilitación Programada (ERRP), que movilizarán aproximadamente 35,7 millones de euros (unos 33,9 millones en EUR) en subvenciones para la intervención en casi 2.000 viviendas de diversas localidades. Estos programas buscan desarrollar intervenciones integrales en barrios completos, promoviendo la renovación urbana, la sostenibilidad y la calidad de vida de sus habitantes.

Supuestamente, estos esfuerzos forman parte de una estrategia más amplia de Castilla y León para convertir su parque residencial en un modelo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente, alineándose con los objetivos del Plan Nacional de Rehabilitación, que pretende alcanzar la neutralidad de carbono en el sector de la edificación para 2050.

La inversión y las ayudas públicas en rehabilitación energética no solo generan beneficios económicos y medioambientales, sino que también contribuyen a la creación de empleo y al fortalecimiento del tejido social en la región.

En definitiva, las cifras y proyectos en marcha reflejan un compromiso firme por parte de las autoridades regionales para transformar el panorama urbano y residencial, promoviendo un futuro más sostenible y eficiente en Castilla y León.

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