La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades transforma el Crapdi Fuentes Blancas de Burgos gracias a una inversión de 4,6 millones de euros, implantando cinco unidades de convivencia y mejorando accesibilidad, tecnología y la eliminación de sujeciones.
La Junta de Castilla y León ha llevado a cabo una renovación profunda del Centro Residencial de Atención a Personas con Discapacidad Crapdi Fuentes Blancas, situado en Burgos, impulsada por una inversión de 4,6 millones de euros financiados con los fondos Next Generation EU.
El objetivo es adaptar el inmueble a un modelo de atención residencial basado en unidades de convivencia, que recrea un entorno doméstico y orienta los cuidados a las necesidades de cada persona, respetando su autonomía y su vida cotidiana.
La obra ha permitido la creación de cinco unidades de convivencia, cada una con seis habitaciones que, en conjunto, ofrecen capacidad para doce residentes.
A estas unidades se suma una habitación para el cuidador, una sala de estar–comedor y un baño accesible. También se han dispuesto zonas de almacén y limpieza. Con esta redistribución, se reduce el número de residentes por habitación, pasando de configuraciones de tres o cuatro personas a espacios más amplios, con el objetivo de aumentar la comodidad y la intimidad.
En el seguimiento de las fases, ya se han completado dos de las tres fases previstas de la reforma. Entre las mejoras técnicas, se ha reforzado la accesibilidad conectando los distintos niveles con un ascensor y una escalera, se ha reforzado la protección contra incendios y se han renovado las instalaciones de la zona de intervención.
Además, se ha llevado a cabo la sustitución de la carpintería exterior y el aislamiento de fachadas, con lo que se persigue una mayor eficiencia energética y confort.
Entre las actuaciones, destaca el proyecto para la eliminación de las sujeciones. Este compromiso de la Junta se orienta a buscar alternativas que aseguren una atención de calidad sin menoscabar la dignidad de las personas. Paralelamente, se han instalado sistemas de innovación tecnológica para incrementar la seguridad y la monitorización de la salud de los residentes.
En concreto, se han desplegado cuatro estaciones de Telemedicina Avanzada para medir parámetros y constantes vitales, cuyos datos se almacenan en el sistema de información centralizado de la Consejería.
Las cinco unidades de convivencia ya implantadas en el Crapdi burgalés están previstas de forma inminente para contar con dos unidades adicionales en planta baja, cada una con ocho plazas.
En conjunto, cuando finalicen todas las obras, el complejo contará con siete unidades de convivencia para 87 residentes, a los que se suman 15 usuarios externos del centro de día.
Durante la visita, la vicepresidenta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, subrayó que esta legislatura ha supuesto una gran transformación del sistema de cuidados en Castilla y León, y que las políticas y la Ley de Atención Residencial de 2024 han impulsado un modelo centrado en la persona y en las unidades de convivencia, pilares para que los usuarios reciban los cuidados necesarios manteniendo su autonomía y su proyecto de vida.
En cuanto a la realidad de la capacidad instalada, la Junta ha señalado que Castilla y León mantiene una de las mejores ratios de España en plazas residenciales y centros de día para personas con discapacidad.
Según los índices de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de los Servicios Sociales, la comunidad llega a disponer de una plaza por cada 22 personas con discapacidad, frente a una media nacional de una por 58, lo que sitúa la ratio en 2,6 veces superior.
En Burgos, con 28.990 personas con discapacidad (2.639 con discapacidad intelectual) de las 180.000 personas con discapacidad de Castilla y León, existen 2.864 plazas en total: 820 en residencias, 369 en viviendas tuteladas y 1.675 en centros de día.
Supuestamente, este enfoque podría convertirse en un modelo a seguir para otras residencias de la región y, presuntamente, podría ampliar las oportunidades de acceso a plazas en diferentes provincias a medida que se vayan completando las reformas.
Asimismo, la Junta espera que estos cambios se traduzcan en una mayor calidad de vida y en una mejora sostenida de la seguridad y la dignidad de las personas con discapacidad a lo largo del tiempo.