La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha un nuevo paquete de licitaciones orientadas a la conservación de la red autonómica de carreteras, con un presupuesto total de 67,9 millones de euros.

Según la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, estas cinco actuaciones se desarrollarán en Burgos norte, León este, Salamanca, Segovia y Zamora, y permitirán garantizar la atención permanente de 4.714 kilómetros de la red entre 2026 y 2030. La apertura de estas licitaciones refuerza el modelo de gestión regional, que combina previsión, rigor técnico y una clara orientación a resultados.

Supuestamente, la salida al mercado de estos contratos refuerza la hoja de ruta del Ejecutivo autonómico, que autorizó su tramitación hace un mes, y evidencia la voluntad de mantener un servicio esencial con continuidad para los ciudadanos.

Las cifras por zona son las siguientes: Burgos norte, 14.488.840,00 euros para 907 kilómetros; León este, 12.520.399,98 euros para 646 kilómetros; Salamanca, 14.010.840,00 euros para 1.260 kilómetros; Segovia, 13.220.410,39 euros para 722 kilómetros; Zamora, 13.680.816,73 euros para 1.179 kilómetros. Estas cantidades reflejan la inversión prevista para cada ámbito, que busca garantizar la funcionalidad y la seguridad de cada tramo de la red regional.

Entre las actuaciones previstas se encuentran vigilancia continua, comunicaciones, actuaciones ante accidentes, vialidad invernal y mantenimiento general de todos los elementos presentes en la carretera.

Asimismo, se contemplan trabajos específicos orientados a asegurar la operatividad de cada infraestructura conforme a su estado, necesidades y características técnicas, reforzando la seguridad y la movilidad en todas las provincias afectadas.

El ámbito de actuación abarca las cinco zonas mencionadas, con diseños adaptados a la realidad territorial de cada una para que la inversión llegue donde más se necesita y la red mantenga condiciones óptimas de servicio.

La Junta reafirma su compromiso con un sistema viario moderno, seguro y gestionado con criterios de eficiencia, poniendo a disposición del sector una licitación que representa una inversión sostenida en el tiempo y un avance decisivo en la programación de los próximos años.

Históricamente, la conservación viaria de la región ha contado con un marco plurianual que ha buscado garantizar continuidad ante variaciones presupuestarias y demandas cambiantes.

Supuestamente, estas nuevas licitaciones podrían dinamizar la economía local mediante la contratación de personal y servicios especializados para la conservación de la red.

Presuntamente, la mejora de la conectividad podría favorecer el transporte de mercancías y el turismo en un territorio tan disperso como Castilla y León, con efectos positivos sobre la conectividad interprovincial.

Analistas señalan que la ejecución de estas medidas a largo plazo podría traducirse en una mayor resiliencia de la red ante fenómenos climáticos y emergencias, así como en una reducción de posibles interrupciones en puntos críticos de la infraestructura.