La campaña de solicitudes únicas de la PAC 2025 en Castilla y León alcanza más de 60 mil expedientes, con una superficie de aproximadamente 5,3 millones de hectáreas, mostrando cambios en la distribución y aumento en cultivos clave.
La Junta de Castilla y León ha cerrado el plazo para presentar solicitudes a la Política Agrícola Común (PAC) para el año 2025, con un total de 60.757 expedientes registrados por agricultores y ganaderos de toda la comunidad. Estas solicitudes abarcan una superficie cercana a las 5,28 millones de hectáreas, reflejando una ligera variación respecto al año anterior, con una disminución del 3,6 % en el número total de solicitudes pero un incremento en la superficie solicitada, que ha aumentado en aproximadamente 4.450 hectáreas.
Este incremento en la superficie se debe, en parte, a una tendencia hacia explotaciones más profesionales y dimensionadas, que mantienen o aumentan el área cultivada, en línea con los cambios en el sector agrícola que buscan mayor eficiencia y sostenibilidad.
La mayor parte de las solicitudes corresponden a ayudas básicas a la renta y pagos complementarios, con 54.220 expedientes, seguidas por 2.547 solicitudes para ayudas complementarias destinadas a jóvenes agricultores, y 454 expedientes relacionados con la reserva nacional.
Un aspecto destacado de esta campaña es la alta participación en los ecoprácticas, con más de 50.200 agricultores y ganaderos acogidos a alguna de las prácticas previstas en los ecorregímenes, lo que representa aproximadamente el 92 % del total, y la superficie beneficiada que supera el 96 %.
Esto indica que las explotaciones más grandes y profesionales son las que más apuestan por estas prácticas sostenibles.
Asimismo, en las solicitudes de 2025 se incluyen 8.043 expedientes para ayudas agroambientales y de agricultura ecológica, además de 28.525 solicitudes de ayudas destinadas a zonas con limitaciones. De estas últimas, 5.248 pertenecen a miembros de entidades asociativas, quienes percibirán las ayudas en proporción a su participación.
Desde ahora, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural realizará las comprobaciones necesarias y la monitorización de los cultivos, permitiendo a los beneficiarios aportar documentación como fotografías georreferenciadas, actas de Agroseguro o cualquier otro documento que permita verificar la actividad o el cultivo en caso de discrepancias.
Esta medida busca agilizar el proceso de pago de las ayudas, que la Junta pretende realizar a partir del 16 de octubre, en el primer día hábil tras la autorización de la Comisión Europea, con el objetivo de alcanzar una ejecución del 90 % en los pagos durante el mismo año de la solicitud.
En cuanto a la distribución de superficies, destaca la recuperación de los cultivos de cereal en la región, con aproximadamente 1,89 millones de hectáreas, lo que supone un incremento de cerca de 181.172 hectáreas respecto a la campaña anterior, un aumento del 10,5 %. El maíz también mostró un crecimiento significativo, alcanzando las 124.012 hectáreas, 7.240 hectáreas más, mientras que la superficie de patatas aumentó en 2.108 hectáreas, llegando a las 19.398 hectáreas.
Por otro lado, algunos cultivos registraron una disminución. Es el caso del girasol, cuya superficie bajó a aproximadamente 297.678 hectáreas, unas 69.033 hectáreas menos, y de la remolacha, que en esta campaña se sitúa en unas 19.242 hectáreas, 13.082 hectáreas menos que en el ciclo anterior.
Este comportamiento en las superficies refleja las tendencias del sector agrícola en Castilla y León, que busca adaptarse a las nuevas políticas y demandas del mercado, así como a los objetivos de sostenibilidad establecidos por la Unión Europea.
La recuperación de cultivos tradicionales de cereal y maíz, junto con el incremento en las superficies de agricultura ecológica, apunta a un cambio hacia una agricultura más diversificada y respetuosa con el medio ambiente.
Históricamente, Castilla y León ha sido una de las regiones agrícolas más importantes de España, con una tradición que data desde la Edad Media, cuando el cultivo de cereales y la ganadería eran las principales actividades económicas.
La modernización del sector y las políticas de apoyo, como la PAC, buscan mantener esta tradición adaptándola a los retos actuales, como el cambio climático y la sostenibilidad.
Con esta campaña, la Junta de Castilla y León continúa mostrando su compromiso con el desarrollo rural y la mejora de las condiciones de los agricultores y ganaderos.
La implementación de controles más rigurosos y la agilización de los pagos son pasos importantes para garantizar la eficiencia y la equidad en la distribución de ayudas, promoviendo un sector agrícola más competitivo y sostenible en el tiempo.