La Junta de Castilla y León ha declarado alerta ante la llegada de una ola de nevadas intensas en varias provincias del norte de la comunidad, afectando principalmente Burgos, León, Palencia y Soria, con previsiones de caída de nieve que podrían complicar la movilidad y la seguridad ciudadana.
La Junta de Castilla y León ha emitido una alerta especial ante la inminente llegada de una borrasca ártica que traerá nevadas significativas en el norte de la región.
La medida fue anunciada por la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y entró en vigor a las 18:00 horas del miércoles 19 de noviembre de 2025.
Según las previsiones, las nevadas afectarán principalmente las provincias de Burgos, León, Palencia y Soria, donde se esperan acumulaciones de nieve que podrían dificultar la circulación y aumentar el riesgo de accidentes en las carreteras.
Supuestamente, esta ola de frío intenso será una de las más severas en la región en los últimos años. La entrada de la borrasca trae consigo una bajada drástica en la cota de nieve, que inicialmente se situará en torno a los 1.000 metros, pero que irá descendiendo por debajo de los 600 metros a medida que el frente se adentra en la comunidad autónoma. La zona más afectada será la Cordillera Cantábrica y el Sistema Ibérico, donde las acumulaciones de nieve podrían ser especialmente relevantes, superando los 20 centímetros en algunas áreas.
Es importante recordar que, en la historia reciente, Castilla y León ha sufrido episodios de nevadas extremas que han provocado interrupciones en la movilidad y situaciones de emergencia.
En 2010, por ejemplo, una intensa nevada dejó a miles de conductores atrapados y causó daños en infraestructuras. La previsión actual, presuntamente, podría alcanzar niveles similares o superiores si las condiciones meteorológicas se mantienen.
La Agencia de Protección Civil y Emergencias ha recomendado a la población seguir las instrucciones oficiales y mantenerse informada a través de los canales oficiales de meteorología y protección civil.
Entre las recomendaciones están preparar el equipamiento adecuado para los desplazamientos, como cadenas o neumáticos de invierno, y evitar viajar en condiciones extremas si no es estrictamente necesario.
Para quienes deban desplazarse en carretera, se aconseja comprobar el estado de los vehículos, llevar ropa de abrigo, linternas, alimentos calóricos y mantener la calma ante posibles obstáculos o accidentes.
Además, si se queda atrapado en un vehículo, se recomienda mantener el motor en marcha con la calefacción encendida, abrir una ventanilla para favorecer la circulación del aire y asegurarse de que el tubo de escape esté libre de nieve para evitar intoxicaciones.
Por otra parte, se prevé que el próximo sábado un nuevo frente frío entre por el noroeste de la comunidad, trayendo más precipitaciones en forma de nieve, principalmente en León y en otras zonas del norte.
La acumulación de nieve y las bajas temperaturas podrían prolongar las dificultades en la movilidad y requerir medidas adicionales de protección.
Supuestamente, estas condiciones climáticas extremas no solo generan inconvenientes en la vida diaria, sino que también ponen a prueba la preparación y respuesta de las autoridades.
Castilla y León, con su extenso territorio y variedad geográfica, ha tenido en el pasado inviernos muy duros, como los registrados en 2001 y 2012, cuando las nevadas masivas paralizaron varias localidades durante días.
La Junta insiste en que seguir las recomendaciones oficiales y actuar con prudencia ayudará a reducir los riesgos asociados a las nevadas. La colaboración ciudadana y la información veraz y oportuna son fundamentales para afrontar con éxito estos fenómenos meteorológicos adversos, que presuntamente continuarán en los próximos días hasta que pase la ola de frío.