La Junta de Castilla y León ha organizado un destacado festejo para conmemorar los 25 años desde la declaración del parque natural Montaña Palentina como espacio protegido, un hito que ha supuesto una inversión superior a los 45 millones de euros en diferentes proyectos de conservación, infraestructuras y desarrollo local.

Este espacio, situado en la vertiente meridional de la cordillera Cantábrica en la provincia de Palencia, se caracteriza por sus elevaciones que superan los 2.300 metros, como el Espigüete y el Curavacas, y por su diversidad de ecosistemas que van desde bosques de hayas y robledales hasta extensas praderas de altura y formaciones kársticas de gran valor geológico.

Desde su declaración en 2000, el parque ha sido un ejemplo de gestión medioambiental y conservación de especies emblemáticas, especialmente el oso pardo cantábrico, cuyo número en la región ha pasado de unos escasos 20 ejemplares en los años 90 a casi 120 en la actualidad, gracias a las acciones de protección y recuperación de su hábitat.

La conectividad entre las distintas subpoblaciones también ha mejorado, asegurando la viabilidad a largo plazo de la especie.

El programa de actividades para celebrar este aniversario es abierto a toda la ciudadanía y combina propuestas educativas, culturales y de ocio. Entre ellas se incluyen talleres ambientales, rutas guiadas por los parajes más emblemáticos del parque, actividades para escolares y un concierto en la Casa del Parque, que ha visto duplicar su afluencia tras su reciente renovación en 2022, alcanzando más de 250.000 visitantes desde su apertura en 2004.

Además, se ha desarrollado una red de senderos que actualmente comprende más de 13 rutas señalizadas, ideales para senderismo y observación de fauna y flora, con miradores estratégicos en puntos como Piedrasluengas o el Alto de la Varga, desde donde se pueden contemplar panorámicas impresionantes del paisaje montañoso.

El compromiso con la sostenibilidad se refleja también en las inversiones en infraestructuras y en la protección del patrimonio cultural del territorio.

Se han restaurado iglesias románicas, fuentes tradicionales y puentes históricos, además de promover la integración estética y funcional de las construcciones rurales mediante subvenciones que en los últimos años han destinado cerca de 900.000 euros a mejorar y mantener estas edificaciones tradicionales.

En el ámbito de la conservación, la inversión en la recuperación de hábitats ha llegado a los 35 millones de euros, incluyendo acciones específicas para la protección de especies en peligro, como el desmán ibérico, y la restauración de ecosistemas degradados por actividades humanas pasadas.

La gestión del parque también ha priorizado la prevención de incendios forestales, la mejora de las masas forestales y la recuperación de antiguas explotaciones mineras para convertirlas en espacios naturales.

El desarrollo rural ha sido otro de los pilares fundamentales, beneficiando a los diez municipios que rodean el parque. A través de ayudas que suman cerca de 4,7 millones de euros, se han financiado proyectos para mejorar las infraestructuras municipales, rehabilitar edificios históricos y potenciar el turismo de naturaleza, con especial énfasis en la promoción de actividades sostenibles y la conservación del paisaje.

El apoyo a las actividades tradicionales, como la agricultura y la ganadería, también se ha reforzado con pagos compensatorios por daños ocasionados por especies emblemáticas, garantizando la convivencia entre la fauna salvaje y las actividades humanas.

En total, se han tramitado más de 1.100 expedientes, con una inversión cercana a los 700.000 euros.

El parque ha desarrollado además una estrategia de turismo responsable, que incluye la certificación de calidad turística y la adhesión a la Carta Europea de Turismo Sostenible, que ha permitido la participación de más de 20 empresas locales en iniciativas de promoción y conservación.

La red de uso público, que incluye centros de interpretación, senderos y miradores, ha sido clave para fomentar el conocimiento y el respeto por el entorno natural.

Este aniversario reafirma la importancia del Montaña Palentina como un espacio de biodiversidad, patrimonio cultural y desarrollo sostenible, donde la conservación y el turismo de naturaleza se complementan para garantizar su protección y disfrute en las próximas generaciones.