La Junta de Castilla y León ha lanzado una licitación para restaurar la Laguna de Tamariz, con una inversión de 189.105 euros financiada por los fondos Next-Generation EU, buscando mejorar la conservación de este valioso ecosistema.
La Junta de Castilla y León ha dado un importante paso en la conservación de su patrimonio natural. En la reciente publicación en la plataforma de contratación del Estado, se ha anunciado la licitación para llevar a cabo una serie de acciones enfocadas en la restauración ambiental de la Laguna de Tamariz, un área húmeda de considerable relevancia en la provincia de Valladolid.
Este proyecto cuenta con un presupuesto estimado de 189.105 euros, una inversión que será posible gracias a los fondos Next-Generation EU, destinados a impulsar la recuperación ecológica y la sostenibilidad en Europa.
La Laguna de Tamariz es un ecosistema de vital importancia, no solo por su belleza natural, sino también por su capacidad para albergar una gran diversidad de flora y fauna.
Situada en la localidad que le da nombre, esta laguna forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) La Nava-Campos Sur y está en proceso de ser incluida en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial de Castilla y León.
Este humedal ofrece refugio y sustento a numerosas especies amenazadas y juega un papel fundamental en la mitigación del cambio climático, actuando como sumidero de carbono.
Históricamente, la Laguna de Tamariz ha sufrido alteraciones significativas debido a la actividad humana. En las décadas de 1960 y 1970, los dragados del río Sequillo transformaron drásticamente el paisaje, desecando la laguna y cambiando su régimen hídrico.
A pesar de estos cambios, en 2007 la Junta adquirió una parte de la zona para iniciar un proceso de restauración. Desde entonces, se han realizado diversas intervenciones que han permitido aumentar la superficie inundada y mejorar las condiciones del ecosistema. Sin embargo, a lo largo de los años, la vegetación ha evolucionado hacia un estado menos diverso, lo que ha llevado a la necesidad de nuevos esfuerzos de restauración.
La nueva licitación contempla acciones específicas como la eliminación de la vegetación leñosa no asociada al humedal y la rehabilitación de la infraestructura hidráulica que asegurará el suministro de agua a la laguna.
A través de un enfoque integral, se busca no solo restaurar las condiciones naturales del ecosistema, sino también facilitar la conectividad entre diferentes áreas húmedas de la Tierra de Campos, como La Nava, Boada y Pedraza.
Este esfuerzo por revitalizar la Laguna de Tamariz no es solo un proyecto ambiental; es una inversión en el futuro de la biodiversidad y el bienestar de la comunidad.
Con un plazo de ejecución de seis meses y la realización de las obras programadas para el año 2025, se espera que este proyecto contribuya significativamente a la conservación de especies clave como el avetoro y la garza imperial, que dependen de estos hábitats únicos para sobrevivir.
La restauración de la Laguna de Tamariz es un ejemplo de cómo la colaboración entre diferentes administraciones puede resultar en beneficios tangibles para el medio ambiente y la sociedad.
Al mejorar la percepción social de los humedales y promover un desarrollo sostenible, la Junta de Castilla y León establece un modelo a seguir en la gestión de recursos naturales.
Sin duda, este es un paso crucial hacia la recuperación de uno de los espacios naturales más emblemáticos de la región.