El Ayuntamiento de León y la Junta de Castilla y León avanzan en un plan conjunto para modernizar el casco antiguo, invirtiendo cerca de 2,97 millones de euros en mejorar pavimentos, accesibilidad y redes de servicios en zonas clave como la Calle Ancha, la Plaza de la Regla y alrededor del edificio de Botines.

El Ayuntamiento de León y la Junta de Castilla y León continúan impulsando una serie de actuaciones en el centro histórico de la ciudad, con el objetivo de revitalizar y modernizar una de las zonas más emblemáticas y concurridas.

En una reciente licitación publicada en la Plataforma de Contratación del Estado, se ha puesto en marcha un proyecto integral que contempla una inversión cercana a los 3 millones de euros, específicamente 2.971.350 euros, destinados a mejorar la infraestructura y la accesibilidad en áreas de gran valor cultural y patrimonial.

Este plan forma parte de un esfuerzo conjunto entre la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y el Ayuntamiento, que buscan no solo modernizar las calles, sino también potenciar el atractivo turístico y la calidad de vida de los residentes.

La iniciativa contempla la renovación de pavimentos, la mejora de redes de saneamiento, abastecimiento de agua, telefonía y electricidad, además de la reorganización del espacio urbano para facilitar la movilidad peatonal y el acceso a los edificios históricos.

Las zonas prioritarias de intervención incluyen la Calle Ancha, la Plaza de la Regla y el entorno del edificio de la Casa Botines, uno de los símbolos arquitectónicos más relevantes de la ciudad, diseñado por Antoni Gaudí.

La intervención se dividirá en tres lotes: la Plaza de la Regla, con una inversión aproximada de 1.269.459 euros; la Calle Ancha, por unos 1.135.000 euros; y el sector alrededor de Botines, con unos 567.000 euros. La duración prevista de las obras es de aproximadamente un año.

Uno de los aspectos más destacados de este proyecto es la reutilización del pavimento original de piedra natural, que será reciclado y empleado en otras zonas del casco antiguo, promoviendo así la sostenibilidad.

Además, se emplearán materiales de alta calidad como adoquines y losas de granito en tonalidades negras, doradas y blancas, con un espesor de 10 centímetros, asegurando durabilidad y armonía estética con el entorno.

Dada la importancia arqueológica de la zona, los trabajos contarán con un seguimiento arqueológico permanente, que incluirá la documentación y análisis de posibles hallazgos históricos, así como la elaboración de un informe final que recopile todo el proceso.

Este tipo de actuaciones no son nuevas en la historia de León, una ciudad que desde la Edad Media ha sido un importante centro político, religioso y comercial en la Península Ibérica.

La recuperación y modernización de su casco antiguo busca mantener esa herencia, adaptándola a las necesidades actuales, en línea con proyectos similares en otras ciudades europeas como Salamanca o Segovia, donde la conservación del patrimonio ha ido de la mano con la innovación urbana.

En el pasado, León ya ha llevado a cabo importantes obras de renovación urbana, como la recuperación de la Calle Ancha en los años 90 o la rehabilitación del Palacio de los Guzmanes.

Ahora, con esta nueva inversión, se pretende crear un entorno más accesible, sostenible y atractivo, que fomente el turismo y el comercio local, además de mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

El compromiso del Ayuntamiento y la Junta refleja una visión a largo plazo para la ciudad, apostando por el patrimonio y la modernidad, en un esfuerzo conjunto que espera dejar una huella positiva en la historia urbana de León durante décadas.