Las regiones del norte y este de España, lideradas por Castilla y León, reafirman su apoyo al estratégico Corredor Cantábrico-Mediterráneo, instando al Gobierno a realizar avances significativos en infraestructuras antes de 2030 para potenciar la competitividad y el desarrollo territorial.

Supuestamente, la Junta de Castilla y León, junto con otras tres comunidades autónomas de España, ha reafirmado su compromiso con el impulso del Corredor Cantábrico-Mediterráneo, un eje logístico de gran importancia para la región.

La secretaria general de la Consejería de Movilidad y Transformación Digital, Natalia Flórez, resaltó en el foro celebrado en Zaragoza, que este corredor es fundamental para mejorar la competitividad empresarial y para la vertebración de territorios, especialmente en zonas despobladas.

El Corredor Cantábrico-Mediterráneo forma parte de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T), que busca integrarse en la estrategia europea de movilidad sostenible y eficiente.

Presuntamente, el Gobierno de España tiene la intención de modernizar y ampliar los servicios de transporte de mercancías y viajeros en todo su trazado, incluyendo la importante conexión entre Soria y Castejón, en Navarra, que facilitaría el acceso a puertos del Mediterráneo y del Cantábrico.

Supuestamente, la infraestructura ferroviaria de este corredor ha sido considerada clave para potenciar plataformas logísticas en el este de la comunidad, como Miranda de Ebro y Burgos, y para fortalecer la conexión con otros corredores como el Atlántico, que atraviesa Castilla y León.

La Junta ha insistido en la necesidad de avanzar en los tramos de la Red Básica, reabrir líneas de ferrocarril cerradas y garantizar prestaciones técnicas máximas y seguridad operativa en todos los tramos.

El desarrollo de estas infraestructuras estratégicas, que presuntamente requerirán una inversión multimillonaria, sería crucial para potenciar la economía regional y garantizar una logística eficiente.

La Estrategia Logística 2030, que cuenta con una inversión de aproximadamente 160 millones de euros (unos 150 millones de dólares o 140 millones de euros), busca consolidar la posición de Castilla y León como referencia en logística en España y Europa.

La estrategia se enfoca en impulsar la intermodalidad, la digitalización y la sostenibilidad del transporte, además de captar oportunidades de inversión y colaboración con distintas empresas y administraciones.

Supuestamente, en el marco de esta estrategia, la Junta está financiando un estudio técnico integral en Soria, con un presupuesto cercano a 130.000 euros (unos 122.000 euros), cuyo objetivo sería realizar un diagnóstico exhaustivo de la provincia. Este análisis pretende identificar polos logísticos sostenibles y competitivos, y recoger aportaciones de ayuntamientos, empresas y agentes locales para mejorar el plan inicial de la Estrategia Logística, que aún se encuentra en fase administrativa.

Finalmente, los responsables regionales subrayan que el cumplimiento de estos proyectos y la inversión en infraestructuras será fundamental para que el Corredor Cantábrico-Mediterráneo cumpla con su papel estratégico en la economía europea, permitiendo una mayor integración de los puertos del Mediterráneo y del norte de España, y facilitando el desarrollo de nuevos polos logísticos en la región.

La apuesta por estas infraestructuras refleja la visión de que, con una planificación adecuada y el compromiso del Gobierno, estas obras pueden transformar la economía y el transporte en el norte y este de España en los próximos años, antes de 2030.