La Junta de Castilla y León confirma la presencia del virus de la gripe aviar en un águila calzada en Pedraza de Alba, intensificando la vigilancia y las medidas preventivas en la región, sin que ello suponga un riesgo para la salud humana.
La Junta de Castilla y León ha confirmado la detección del virus de la gripe aviar en un ejemplar de águila calzada (hieraaetus pennatus) encontrado en el entorno de Pedraza de Alba, una localidad situada en la provincia de Salamanca.
Este hallazgo, que se realizó el 16 de agosto, ha llevado a las autoridades a reforzar las acciones de vigilancia, control y prevención en la zona, siguiendo los protocolos establecidos por el Programa de Vigilancia de la Influenza Aviar.
Supuestamente, el ave mostró síntomas nerviosos antes de ser encontrada muerta, lo que motivó su recogida para análisis. Los responsables del Centro de Recepción de Fauna Silvestre en Salamanca enviaron muestras al laboratorio nacional de referencia en Algete, donde mediante la técnica de PCR se confirmó la presencia del virus de la Influenza Aviar, específicamente de la cepa H5N1.
Aunque esta cepa ha sido responsable de brotes en distintas partes del mundo, supuestamente no representa un riesgo significativo para los humanos, ya que la variante circulante en Europa no posee una alta capacidad de transmisión a las personas.
La circulación del virus de la gripe aviar no es un fenómeno nuevo y, de hecho, forma parte de un patrón de distribución global que varía según las cepas y las regiones.
España, como país, cuenta con un programa nacional de vigilancia que combina métodos activos y pasivos para detectar cualquier posible contagio en aves domésticas y silvestres, minimizando así el impacto en la biodiversidad y la economía local.
Se estima que la gripe aviar ha causado brotes en varias épocas de la historia moderna, afectando no solo a la avifauna sino también a la economía agrícola en diferentes países.
En Europa, por ejemplo, los brotes han tenido un impacto económico considerable, causando la pérdida de millones de aves y afectando la producción de huevos y carne de ave.
Supuestamente, en cuanto a la salud pública, las autoridades sanitarias y veterinarias insisten en que la variante del virus H5N1 que circula actualmente no presenta un riesgo para las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria han señalado que el contacto con aves infectadas o con sus residuos puede suponer un riesgo para los trabajadores sanitarios y agricultores, pero que el consumo de carne de ave cocida o huevos no representa una amenaza si se mantienen las buenas prácticas de higiene.
Desde la Junta de Castilla y León también se ha recomendado a los criadores y responsables de explotaciones avícolas que intensifiquen las medidas de bioseguridad.
Se aconseja comunicar de inmediato cualquier sospecha de enfermedad en las aves y reducir el contacto con aves silvestres, especialmente aquellas que muestren signos de enfermedad o que hayan sido encontradas muertas, para evitar la dispersión del virus.
Supuestamente, estas medidas buscan prevenir no solo la propagación en la fauna silvestre sino también en las explotaciones avícolas comerciales, que en la región son una fuente importante de empleo y economía.
En la historia reciente, supuestamente, brotes similares en Europa han llevado al sacrificio masivo de aves para contener la propagación del virus, con un impacto económico y ecológico significativo.
En resumen, aunque la detección del virus en un águila calzada en Salamanca ha generado cierta alarma, las autoridades aseguran que las medidas adoptadas y la situación actual no representan un riesgo para la salud humana.
La vigilancia continúa para garantizar que la enfermedad no se propague y que la biodiversidad de la región se mantenga protegida. La experiencia adquirida en brotes anteriores ha permitido mejorar las protocolos y respuestas ante posibles incidentes, con el objetivo de salvaguardar tanto la fauna silvestre como la salud pública en toda la región.