Desde 2017, la Consejería de Educación de Castilla y León ha llevado a cabo un programa que acerca a miles de estudiantes la memoria y las consecuencias del terrorismo, promoviendo la reflexión y el respeto por las víctimas.
La Junta de Castilla y León continúa fortaleciendo su compromiso con la educación en valores y la memoria histórica mediante el programa 'Testimonio de Víctimas del Terrorismo en las Aulas', que desde el curso 2017-2018 ha llegado a más de 18.000 alumnos de más de 200 centros educativos en toda la comunidad autónoma. Esta iniciativa, que busca sensibilizar a los jóvenes sobre las trágicas consecuencias del terrorismo y promover una cultura de paz y respeto, se ha consolidado como una de las acciones educativas más relevantes en la región.
El programa se desarrolla en colaboración con el Comisión para las Víctimas del Terrorismo de la Junta, así como con la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León (AVTCyL).
Consiste en dos fases principales: en primer lugar, la integración de unidades didácticas en asignaturas como Geografía, Historia, Filosofía, Psicología y Valores Éticos, que abordan la temática desde una perspectiva educativa y reflexiva.
En segundo lugar, se organizan encuentros en los que las víctimas del terrorismo comparten sus testimonios en primera persona, permitiendo a los estudiantes comprender la magnitud del sufrimiento y mantener viva la memoria histórica.
Durante la presentación oficial de la iniciativa en Valladolid, los consejeros de la Presidencia y de Educación, Luis Miguel González Gago y Rocío Lucas, respectivamente, destacaron la importancia de seguir promoviendo estos valores en la sociedad actual.
Lucas afirmó que el objetivo principal es sensibilizar a los jóvenes sobre las consecuencias devastadoras del terrorismo y fomentar un rechazo firme a cualquier forma de violencia.
Gago, por su parte, aseguró que el gobierno autonómico continuará trabajando con determinación para garantizar que la memoria y la dignidad de las víctimas sigan siendo un pilar fundamental en la construcción de una sociedad más justa.
Supuestamente, el impacto de este programa ha sido significativo, alcanzando a casi 18,000 estudiantes en toda la región. Los testimonios de las víctimas, quienes en algunos casos han sufrido secuestros prolongados o atentados terroristas, ofrecen una visión personal y emocional que complementa el aprendizaje teórico.
En esta edición, los ponentes visitarán 59 centros educativos, llevando sus experiencias a los alumnos en un esfuerzo por mantener viva la memoria y fortalecer los valores democráticos.
El programa también pretende promover una reflexión crítica sobre el pasado reciente de España, en el que el terrorismo de ETA dejó una huella profunda en la sociedad.
La historia de supuestamente José Antonio Ortega Lara, secuestrado por ETA durante más de 17 meses en un zulo, es uno de los testimonios que se han compartido en estas actividades, ayudando a los jóvenes a comprender la magnitud del sufrimiento y la resistencia de las víctimas.
En un contexto más amplio, la iniciativa forma parte de los esfuerzos de la comunidad educativa por consolidar una cultura de paz basada en la verdad, la justicia y la memoria.
Supuestamente, estos programas también contribuyen a prevenir futuros conflictos y a fortalecer el tejido social, valores fundamentales para una convivencia democrática y pluralista.
La Junta de Castilla y León reafirma así su compromiso con la educación en valores y la protección de la memoria histórica, asegurando que las lecciones del pasado sirvan para construir un futuro más justo y respetuoso.