Las universidades de Castilla y León han registrado un notable crecimiento en su número de estudiantes para el curso 2024-2025, alcanzando un total de 98.482 matriculados, lo que representa un incremento significativo del 3,99 % en comparación con el curso anterior, donde se contaban con 94.705 alumnos. Este aumento se refleja en todos los niveles educativos, lo que demuestra la fortaleza y atractivo del sistema universitario en la región.

La mayor parte de este aumento corresponde a la matrícula en grados, que ha crecido un 3,57 %, con 80.589 estudiantes inscritos. Por otro lado, los programas de máster han visto un aumento aún mayor, con un 5,32 % más de alumnos, alcanzando los 12.445. Además, los estudiantes de doctorado también han contribuido a este crecimiento, con un incremento del 7,31 %, sumando un total de 5.448 alumnos.

Este crecimiento en el alumnado no es un hecho aislado, ya que la tendencia se ha mantenido al alza durante los últimos cinco años. En este período, la matrícula en programas de grado ha aumentado un 11,44 %, mientras que los másteres y doctorados han crecido un 27,61 % y un 27,71 %, respectivamente.

Estos datos subrayan la capacidad de las universidades de Castilla y León para atraer a estudiantes, tanto a nivel nacional como internacional.

En cuanto a los recursos humanos, las universidades han incrementado su plantilla, alcanzando un total de 9.932 docentes e investigadores en el curso 2023-2024, así como 4.134 miembros en personal técnico, administrativo y de servicios. Estos números no incluyen a los investigadores postdoctorales ni a los técnicos de apoyo a la investigación. Desde 2019, la plantilla en universidades públicas de la comunidad ha crecido un 9 %, lo que refleja una inversión sostenida en educación y formación.

La Junta de Castilla y León ha realizado esfuerzos significativos en la financiación de estas instituciones, con un aumento de aproximadamente el 26 % en aportaciones económicas en los últimos años.

Este apoyo ha sido fundamental para el crecimiento del personal, que también se ha visto reflejado en las universidades privadas, donde el personal docente e investigador ha crecido más de un 4 % y el personal administrativo en un 2,6 % en el último año.

La capacidad de las universidades de Castilla y León para atraer talento es un reflejo de la seguridad y confianza que ofrecen a sus estudiantes. Este entorno educativo no solo se traduce en un aumento en la matrícula, sino también en una mejora continua de la calidad educativa y de los servicios que se brindan a la comunidad estudiantil.

Históricamente, Castilla y León ha sido un referente en la educación superior en España, con universidades de gran prestigio que han formado a generaciones de profesionales.

Este crecimiento en el número de estudiantes es un indicador claro de la relevancia y la evolución positiva del sistema educativo en esta comunidad autónoma, que sigue siendo un pilar fundamental para el desarrollo académico y profesional en el país.