La Consejería de Educación de Castilla y León ha anunciado la ampliación de los plazos para presentar solicitudes de subvenciones destinadas a federaciones, confederaciones y asociaciones de madres y padres de alumnos (AMPAS) en la comunidad.

Estas ayudas buscan fortalecer la implicación de las familias en el sistema educativo, un factor que, según supuestamente, ha contribuido a los excelentes resultados obtenidos por la región en informes internacionales como el informe PISA.

La convocatoria, que se publicará en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCYL) en los próximos días, permitirá a las entidades solicitar financiación hasta el 30 de enero de 2026, lo que supone veinte días más que en el curso anterior.

El presupuesto destinado a estas subvenciones asciende a aproximadamente 9.000 euros para las AMPAS, con un máximo de 950 euros por asociación, y 4.000 euros para las federaciones y confederaciones, con un tope de 6.800 euros y 8.000 euros respectivamente. La finalidad de estas ayudas es promover actividades que mejoren la participación de las familias en la educación, como programas de formación para progenitores, iniciativas de convivencia y coeducación, además de acciones dirigidas a reducir el abandono escolar, entre otras.

Supuestamente, la primera convocatoria, con una dotación de unos 4.200 euros para las AMPAS, busca apoyar proyectos orientados a la conciliación familiar y la participación en actividades educativas. Por otra parte, la segunda convocatoria, que cuenta con un presupuesto cercano a los 4.200 euros para federaciones y confederaciones, tiene como objetivo fortalecer su desarrollo institucional, mejorar su funcionamiento y facilitar la comunicación con sus miembros.

Estas ayudas forman parte de una estrategia gubernamental que, desde hace décadas, ha promovido la participación activa de las familias en el sistema educativo.

La historia de estas subvenciones se remonta a los años 80, cuando se comenzaron a implementar programas de apoyo para las asociaciones de padres con el fin de crear un sistema educativo más participativo y democrático.

Desde entonces, estas ayudas han evolucionado, adaptándose a los cambios sociales y a las necesidades de las comunidades educativas.

El incremento en los plazos y el aumento de los fondos disponibles reflejan el compromiso de la Junta de Castilla y León por potenciar la colaboración entre docentes, alumnado y familias, convencidos de que esta participación es clave para mejorar los resultados académicos y promover un clima escolar positivo.

Además, la ampliación del plazo permite a las organizaciones preparar de manera más adecuada sus proyectos y optimizar el uso de los recursos disponibles, en un momento en que la participación comunitaria en educación se considera más vital que nunca para afrontar los desafíos del siglo XXI.