La Agencia de Protección Civil y Emergencias de Castilla y León ha emitido una alerta en todas las provincias de la comunidad debido a la llegada de lluvias y nevadas intensas.

La Agencia de Protección Civil y Emergencias de la Junta de Castilla y León ha declarado una alerta en todas las provincias de la comunidad ante la previsión de fenómenos meteorológicos adversos, específicamente lluvias y nevadas, a partir de las 12:00 horas del viernes 7 de marzo.

Esta alerta se mantendrá vigente hasta que se evalúe la evolución de la situación climática.

La inestabilidad en el clima se debe a la presencia de una borrasca atlántica situada al noroeste de la Península, que traerá consigo precipitaciones generalizadas y vientos que podrían ser localmente intensos.

La combinación de un flujo mediterráneo y varios frentes que ingresarán por el oeste provocará lluvias persistentes, con acumulaciones que podrían alcanzar hasta 80 mm en un periodo de 12 horas en el Sistema Central.

Además, se prevé un descenso significativo de las temperaturas asociado a estos sistemas frontales, lo que podría llevar las cotas de nieve a situarse entre los 1.100 y 1.300 metros en las principales cordilleras de la región. Este fenómeno de inestabilidad atmosférica no solo afectará el clima en los días inmediatos, sino que también puede generar un aumento en los caudales de los ríos, lo que representa un riesgo adicional para las áreas cercanas a estos cuerpos de agua.

La Agencia de Protección Civil y Emergencias ha emitido varias recomendaciones para la población. Si se planea viajar por carretera, se aconseja verificar previamente el estado de las vías, utilizando los portales de la Dirección General de Tráfico o la Junta de Castilla y León.

Además, es importante que los conductores lleven el tanque de gasolina lleno, así como cadenas o neumáticos de invierno, y que no olviden llevar un teléfono móvil cargado, ropa abrigada, y alimentos y bebidas en caso de una emergencia.

La situación climática adversa desaconseja la práctica de actividades al aire libre, ya que hay un riesgo elevado de sufrir accidentes o de quedar aislado en zonas de difícil acceso, donde el rescate podría complicarse debido a las malas condiciones meteorológicas.

Asimismo, se insta a las personas que residen o poseen bienes en cercanías de ríos que están aumentando su nivel de forma significativa a mantener una vigilancia activa y a implementar medidas de autoprotección, como mover vehículos de áreas susceptibles a inundaciones.

En caso de que se necesite reportar una emergencia, es crucial proporcionar información clara al llamar al 1-1-2, indicando el lugar exacto, las características del terreno, las dificultades de acceso y las condiciones del accidentado.

Este tipo de fenómenos meteorológicos no son inusuales en Castilla y León, que ha enfrentado episodios similares en el pasado. Históricamente, la región ha lidiado con temporales de nieve y lluvia que han causado serios problemas de infraestructura y seguridad. Por lo tanto, es esencial que la población esté informada y preparada para afrontar estas situaciones con responsabilidad.