El emblemático Obelisco de Buenos Aires ahora cuenta con un mirador que ofrece las mejores vistas de la ciudad, tras la instalación de un ascensor innovador y accesible para todos.

El Obelisco de Buenos Aires, uno de los símbolos más reconocidos de la capital argentina, ha inaugurado recientemente un nuevo mirador que promete transformar la experiencia de visitar este ícono histórico.

La obra, que culminó en abril de 2025, incluye la instalación de un ascensor moderno que permite a los visitantes alcanzar los 67,5 metros de altura en apenas un minuto, disfrutando de una vista panorámica inigualable de la ciudad.

Este proyecto fue llevado adelante tras décadas de planificación y esfuerzos por parte de las autoridades porteñas, quienes buscaban potenciar el valor turístico y patrimonial del monumento.

La idea original de incorporar un ascensor interno data de 1936, año en que fue inaugurado el Obelisco por el arquitecto Alberto Prebisch. Sin embargo, la ejecución concreta se demoró casi 89 años, logrando ahora hacer realidad ese sueño.

El ascensor, que cuenta con un lado de vidrio y una pantalla digital, ofrece una experiencia de subida rápida y segura, en solo 60 segundos. La estructura está diseñada para no afectar la integridad del monumento, y su acceso se realiza desde la Plaza de la República a través de ocho escalones y un sistema de anclajes que sostienen la cabina.

Además, en caso de emergencia, hay una escalera metálica que rodea el ascensor.

Una vez en la cima, los visitantes deben subir 35 escalones para llegar al mirador propiamente dicho, que cuenta con cuatro ventanales que enmarcan vistas impresionantes de la ciudad, incluyendo la Avenida 9 de Julio, el Río de la Plata y los barrios históricos.

La vicejefa de Gobierno, Clara Muzzio, destacó que “este lugar ofrece una vista única, inigualable en toda la ciudad, y será un punto de referencia para turistas y vecinos”.

El proyecto incluyó también mejoras en la infraestructura eléctrica y en el piso del monumento para facilitar la instalación de la escalera y la estructura metálica del ascensor.

La obra se realizó con el menor impacto posible en el monumento, preservando su exterior original, que en 1939 fue revestido con revoque tras algunos desprendimientos de las lajas de piedra blanca calcárea de Córdoba que lo recubrían inicialmente.

El alcalde de Buenos Aires, Jorge Macri, resaltó que “este gran proyecto de ingeniería revaloriza uno de los símbolos porteños y amplía las posibilidades de disfrutar de nuestra historia y patrimonio desde una perspectiva única”.

Además, anunció que durante el mes de mayo, coincidiendo con el aniversario del Obelisco, se realizarán visitas gratuitas con cupo limitado para residentes.

El ente de turismo de la ciudad trabaja en la futura gestión del mirador, que incluirá una propuesta museográfica para enriquecer aún más la experiencia.

Valentín Díaz Gilligan, presidente del Ente de Turismo, afirmó que “el mirador permitirá ofrecer a los visitantes una experiencia que va más allá de la típica postal.

Gracias a la colaboración con el sector privado, los turistas podrán acceder a vistas panorámicas sin igual en la ciudad”.

El Obelisco, que fue construido en 1936 para celebrar los 400 años de la fundación de Buenos Aires, también fue el lugar donde, en su inauguración, el intendente Mariano de Vedia y Mitre expresó que se trataba de una “materialización del alma de Buenos Aires, que se eleva hacia las alturas para mostrarse al mundo y proclamar su solidaridad con otros pueblos”.

Hoy en día, es considerado Monumento Histórico Nacional y un ícono cultural de Argentina.

La obra de incorporación del ascensor y el mirador representa un significativo avance en la preservación y valorización del patrimonio urbano, permitiendo que nuevas generaciones y visitantes puedan apreciar en profundidad la historia y la belleza de Buenos Aires desde un punto de vista privilegiado.

La iniciativa también refleja el compromiso de las autoridades por modernizar y democratizar el acceso a sus símbolos históricos, promoviendo el turismo sostenible y la participación ciudadana en la protección del patrimonio.

Con estas mejoras, el Obelisco se consolida como un destino imprescindible en la agenda turística de la ciudad, que combina historia, arquitectura y vistas panorámicas en un solo lugar, invitando a todos a descubrir la esencia de Buenos Aires desde las alturas.