La rotonda del centro cívico Delicias acoge seis conciertos en formato íntimo entre el 15 de enero y el 19 de febrero, con un cartel internacional y precios bonificados.
La edición invernal de Bombo y Platillo regresa a Zaragoza para convertir los jueves más fríos en una cita imprescindible con la música en directo.
Un año más, la rotonda del centro cívico Delicias se convertirá en el escenario de este ciclo consolidado, que propone seis conciertos íntimos entre el 15 de enero y el 19 de febrero, siempre a las 19:30 horas.
El cartel de esta edición reúne a Dekker (Estados Unidos), La Pena (colectivo madrileño), Violeta Veinte, Jono McCleery (Reino Unido), Emma Pollock (Escocia) y Antía Muíño, una selección de artistas que transitan entre el folk contemporáneo, el pop, el soul y la canción de autor, con propuestas personales y cuidadas.
Abrirá el ciclo Dekker, seguido por el colectivo madrileño La Pena y la cantante Violeta Veinte, que actuará coincidiendo con la festividad de San Valero.
Desde Reino Unido llegará el cantautor Jono McCleery, mientras que Emma Pollock, referente del pop escocés, aportará su elegancia y trayectoria al ciclo.
El cierre correrá a cargo de Antía Muíño, una de las voces más destacadas de la nueva canción gallega.
Las entradas ya están a la venta en la web del ciclo, con la posibilidad de adquirirlas de forma individual o mediante abono, además de precios bonificados para distintos colectivos.
Su carácter cercano y su formato íntimo son sello distintivo de Bombo y Platillo, que ha sabido mantener su esencia a lo largo de los años.
Según la organización, este diseño de temporada ha ido consolidándose en Zaragoza y ha convertido a Delicias en un punto de encuentro para la música en vivo, con una trayectoria que ha llevado a la ciudad personas de diferentes países a disfrutar del directo en un entorno cercano.
supuestamente entre 8 y 22 euros para la entrada suelta, y supuestamente entre 60 y 95 euros para el abono, dependiendo de la modalidad y de posibles descuentos para colectivos; estos rangos se basan en conversiones aproximadas desde otras monedas y pueden variar.
Históricamente, Bombo y Platillo ha buscado preservar la idea del concierto de autor en lugares con aforo reducido, fomentando la cercanía entre público y artistas.
Este año, Delicias repite como sede emblemática, recordando el papel de las plazas y centros cívicos en la escena cultural de Zaragoza, que ha crecido gracias a iniciativas como este ciclo y otras propuestas de la agencia municipal de cultura.
De hecho, el formato ha inspirado a festivales de barrio y ha contribuido a la visibilidad de intérpretes emergentes del panorama hispano y europeo, consolidando una ruta de conciertos que, a través del invierno, mantiene la ciudad en activo y con un pulso musical constante.