Los bomberos de Zaragoza llevan a cabo un simulacro de emergencia en Peñaflor, evaluando la rapidez y eficacia en la gestión de incidentes con sustancias peligrosas y rescates múltiples, con participación de 60 bomberos y varias unidades especializadas.
Este viernes, los Bomberos de Zaragoza realizaron un ejercicio de simulación de un accidente de tráfico que involucraba sustancias altamente peligrosas, en la zona de Peñaflor, un municipio situado en la comarca de la Ribera Alta.
La operación, que contó con la participación de todas las unidades especializadas y un total de sesenta efectivos, tuvo como objetivo principal evaluar la capacidad de respuesta ante emergencias complejas y mejorar los protocolos de actuación en casos reales.
El operativo fue dirigido por Ruth Bravo, concejala delegada de Bomberos y Protección Civil, y se activó a primera hora de la mañana, siguiendo las directrices del Plan Municipal de Emergencias de Zaragoza (PEMUZ).
Este plan, establecido en 2004, ha sido fundamental en la organización de respuestas ante incidentes de gran magnitud y ha sido actualizado periódicamente para incorporar nuevas tecnologías y procedimientos.
El simulacro consistió en la simulación de un accidente en la carretera A-123, en el entorno rural de Peñaflor. En la escena, un coche con cuatro ocupantes ficticios colisionó con un camión cisterna que transportaba cloro líquido, una sustancia química que, en situaciones reales, puede generar riesgos severos para la salud y el medio ambiente.
Lo llamativo de la simulación fue que, además del impacto en el vehículo y la posible fuga de productos peligrosos, se produjo la alarma entre los residentes cercanos, provocando que un apicultor de la zona perdiera el control de un vehículo transportando abejas, que volcó tratando de alejarse de la emergencia.
Esta situación generó una doble respuesta: por un lado, la atención a la fuga de sustancias peligrosas y, por otro, la búsqueda y rescate de posibles víctimas en diferentes lugares.
En respuesta, se activó el Plan Municipal de Emergencias, creando un Centro de Coordinación de Emergencias en la sala de crisis del Parque 1 de Bomberos y estableciendo un Puesto de Mando Avanzado en Peñaflor.
La complejidad del escenario obligó a movilizar a varias unidades simultáneamente, incluyendo los especialistas en Riesgos Tecnológicos, la Unidad de Rescate Vertical, la Unidad Canina, la Unidad de Rescate Acuático y efectivos voluntarios de Protección Civil.
Las labores de búsqueda se centraron en el río Gállego, la Peña del Cuervo y la ermita de San Cristóbal, lugares clave en la zona. A las 10 de la mañana, los equipos detectaron un vehículo con colmenas de abejas volcado, activando también la Unidad de Rescate y Recuperación Animal.
La coordinación entre los diferentes grupos fue fundamental para gestionar las múltiples emergencias en un tiempo récord.
El despliegue incluyó una amplia variedad de medios materiales y humanos. Entre los recursos destacados se encontraban un vehículo de comunicaciones, varias unidades de NRBQ (Núcleo para Riesgos Tecnológicos y Químicos), un vehículo de rescate subacuático, un vehículo de rescate vertical, unidades de drones, equipos de atención sanitaria y vehículos de apoyo logístico.
En total, se movilizaron 20 vehículos y se contó con la colaboración de ocho agentes de Policía Local, cuatro técnicos de la Unidad Verde, además de voluntarios de Protección Civil.
La actuación coordinada permitió simular con éxito la contención de la fuga de cloro, la evacuación de posibles víctimas y la protección del medio ambiente, minimizando los riesgos y poniendo a prueba la efectividad de los protocolos existentes.
Este tipo de ejercicios, que se realizan periódicamente en Zaragoza, son fundamentales para mantener a los equipos preparados ante cualquier eventualidad, mejorando continuamente la eficacia de las respuestas.
El costo estimado de la movilización de recursos en esta simulación superó los 50.000 euros, equivalentes a aproximadamente 47.500 euros en moneda europea, considerando el valor de los vehículos, equipos especializados y personal involucrado. La experiencia adquirida en estos ejercicios permite a las autoridades y cuerpos de emergencia responder con mayor rapidez y precisión en situaciones reales, protegiendo así a la población y el entorno.
Este simulacro reafirma el compromiso de Zaragoza con la seguridad ciudadana y la preparación ante emergencias complejas, consolidando su posición como una de las ciudades más preparadas en España en gestión de riesgos y protección civil.