El Ayuntamiento de Sevilla anunció la licitación de tres nuevos Centros de Alta Tolerancia que reemplazarán el actual en la Macarena, distribuidos en distintas áreas de la ciudad para mejorar la atención a personas sin hogar y facilitar la convivencia vecinal.

El Ayuntamiento de Sevilla ha dado un paso importante en su estrategia para mejorar la atención a las personas sin hogar en la ciudad. En una iniciativa que abarca la construcción de tres nuevos Centros de Alta Tolerancia (CAT), el objetivo es distribuir mejor los recursos y reducir la concentración de personas en un solo distrito, específicamente en la zona de la Macarena.

Actualmente, el único centro de alta tolerancia está situado en la segunda planta del Hogar Virgen de los Reyes, ubicado en la calle Fray Isidoro. Este centro, que fue diseñado originalmente como una solución temporal, cuenta con unas 40 plazas y ya no satisface las necesidades actuales del barrio ni de los propios usuarios.

Además, la gestión del recurso apunta a reducir en un 40% las 186 plazas disponibles en el Centro de Acogida Municipal de la calle Perafán de Rivera, en búsqueda de un reparto más equitativo.

Con una inversión de aproximadamente 7 millones de euros (unos 7,2 millones de dólares), el contrato de obra y gestión contempla la creación de tres centros, cada uno con 25 plazas, totalizando 75 espacios nuevos.

Estos centros estarán equipados con dormitorios compartidos de hasta cuatro camas, además de cinco plazas específicas para personas convalecientes, una innovación que permite atender casos de salud o recuperación.

Cada uno de estos nuevos centros tendrá instalaciones adaptadas, incluyendo baños y duchas accesibles, áreas de manutención, almacenamiento y seguimiento sociosanitario para facilitar la reinserción social de las personas atendidas.

La idea es transformar de espacios saturados a centros dignos y adecuados para una atención integral.

El proceso de puesta en marcha comprende inicialmente una fase transitoria de cinco meses, durante la cual seguirán operando el centro actual y los nuevos recursos serán preparados para su apertura definitiva.

Posteriormente, en un período de 19 meses, los usuarios serán derivados a estos tres centros, que estarán distribuidos en distintos distritos y zonas de Sevilla.

El acceso a estos recursos se realizará exclusivamente mediante derivaciones del Centro de Orientación e Intervención Social (COIS) y de la Unidad de Emergencias Sociales, quienes evaluarán las necesidades de cada persona y establecerán planes de atención personalizados.

La valoración previa permitirá diseñar itinerarios de intervención que faciliten la transición hacia recursos de mayor exigencia o la integración social.

Para asegurar una atención especializada y de calidad, la plantilla de profesionales también se verá incrementada de 16 a 57 empleados. Este equipo integrado por directores, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y educadores, además de personal de mantenimiento, limpieza y seguridad, tendrá como misión no solo ofrecer cuidados, sino también acompañar a los usuarios en su proceso de reinserción.

El compromiso del Ayuntamiento no solo se basa en ampliar la capacidad de respuesta, sino también en garantizar una convivencia armoniosa con los vecinos, evitando concentraciones excesivas en un solo distrito.

Así, la estrategia busca crear espacios dignos y seguros, que permitan a las personas sin hogar recuperarse y avanzar hacia una vida autónoma.

Desde una perspectiva histórica, esta iniciativa se enmarca en una política social que ha ido evolucionando en Sevilla desde las primeras décadas del siglo XX, cuando la ciudad empezó a implementar medidas para atender las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad.

En los años 80, la creación de los primeros centros de acogida supuso un avance significativo, aunque todavía insuficiente para cubrir la demanda creciente.

En tiempos recientes, la ciudad ha seguido impulsando proyectos para promover la inclusión social y la protección de las personas sin hogar, en línea con las recomendaciones internacionales de derechos humanos y buenas prácticas.

La inversión en infraestructuras y recursos humanos refleja un compromiso firme por construir una Sevilla más solidaria, inclusiva y justa para todos sus habitantes.