La Plaza Nueva de Sevilla será sometida a una remodelación integral que busca recuperar su carácter histórico y mejorar su accesibilidad y estética, con una inversión de más de 4 millones de euros. Las obras, que durarán aproximadamente 18 meses, incluirán mejoras en pavimentos, mobiliario, arbolado y elementos de movilidad sostenible.
La emblemática Plaza Nueva de Sevilla, uno de los espacios más representativos del centro histórico de la ciudad, está a punto de experimentar una importante transformación que busca conservar su valor patrimonial y adaptarse a las necesidades contemporáneas de movilidad y accesibilidad.
La inversión prevista para estas obras supera los 4,2 millones de euros, y su culminación está prevista para la primavera de 2027.
La historia de la Plaza Nueva se remonta al siglo XIX, pero sus raíces son aún más antiguas. En la Edad Media, esta zona era una laguna conocida como «Laguna de la Pajería», cuya agua procedía del río Guadalquivir y tenía salida por la calle Sierpes.
Tras su desecación, se convirtió en cementerio y en el siglo XIII acogió a frailes franciscanos, que construyeron una extensa casa conventual en el lugar.
Su transformación definitiva se produjo en 1848, cuando se demolió el convento de San Francisco y surgió la actual Plaza Nueva, inaugurada en 1857. Desde entonces, ha sido escenario de ferias, manifestaciones, eventos culturales y celebraciones, consolidándose como un símbolo de la convivencia sevillana.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha presentado esta mañana la exposición ‘Plaza Nueva, el centro de todo’, que invita a los ciudadanos y visitantes a entender la importancia histórica de este espacio a través de imágenes y documentos que recorren más de 170 años de historia.
Además, el alcalde ha destacado que las obras buscan devolverle su imagen original, haciendo que la plaza sea más accesible, sostenible y en armonía con el patrimonio local.
“Plaza Nueva volverá a ser el corazón de Sevilla, un punto de encuentro para todos, más cómodo, seguro y atractivo”, afirmó.
Las obras de remodelación incluyen la ampliación de la superficie central de la plaza, cuyo tamaño actual será incrementado en aproximadamente 10 metros en sus frentes este y oeste, así como en los laterales norte y sur.
Se refuerza la zona de pavimentos, que requiere una renovación completa debido a su deterioro y la presencia de accidentes. Se instalará un nuevo pavimento de mármol blanco de Macael, tratado con un sistema antimanchas, hidrófugo y oleófugo para facilitar su limpieza y aumentar su durabilidad.
La superficie periférica, en granito gris, también será renovada, reduciendo su tamaño y diferenciando dos áreas principales: una a modo de acerado y otra como carril de circulación, para mejorar tanto la movilidad como la estética del espacio.
El proyecto contempla además importantes intervenciones en el arbolado. Se trasplantarán cuatro palmeras que no mantienen la armonía visual, y se plantarán 11 nuevos plátanos y 4 naranjos, restaurando la variedad vegetal original de la plaza.
Los parterres y setos serán redefinidos, eliminando en algunos casos especies incompletas y mejorando la distribución de sombra para aprovechar mejor la luz y el bienestar de los visitantes.
En cuanto al mobiliario urbano, se busca unificar el estilo para respetar el carácter historicista de la plaza. Se sustituirán los bancos actuales, en su mayoría de madera o fundición, por modelos de fundición en gris que permitan mayor integración visual. También se proyectan nuevas fuentes de agua potable, en sustitución de las existentes, y la incorporación de elementos de mobiliario relacionados con la movilidad sostenible, como estaciones para bicis y patinetes.
Las actuaciones en las redes de infraestructura serán complementadas con la reurbanización de calles aledañas, en colaboración con Emasesa, que ejecutará trabajos en las calles Madrid y Bilbao para facilitar la movilidad y mejorar la accesibilidad en el entorno de la plaza.
El desplazamiento de zonas de carga y descarga, así como la reorganización del estacionamiento, contribuirán a mejorar la fluidez del tráfico y la estética urbana.
El alcalde ha explicado que estas obras tienen como objetivo equilibrar la preservación del patrimonio con las demandas de una ciudad moderna y sostenible.
La recuperación de la Plaza Nueva busca que sea un espacio de reunión, paseo y convivencia, donde historia y modernidad convivan en armonía. La inversión total en el proyecto supera los 4,2 millones de euros, financiados en parte por fondos municipales y European Funds para la recuperación urbana.
En definitiva, la remodelación de la Plaza Nueva representa un paso decisivo hacia la conservación de un espacio emblemático de Sevilla, que combina su pasado histórico con las necesidades actuales de movilidad y bienestar ciudadano.
Se espera que, una vez finalizadas las obras, la plaza se convierta en un referente de integración, sostenibilidad y estética urbana en el corazón de Sevilla.