Las emblemáticas sargas pintadas por Gustavo Bacarisas en el Real Alcázar de Sevilla han sido restauradas y trasladadas a su lugar actual en el Salón de las Bóvedas, garantizando su protección con modernas medidas de conservación.

El Real Alcázar de Sevilla ha culminado recientemente un importante proceso de restauración y reubicación de las sargas de gran formato creadas por el artista Gustavo Bacarisas en 1929, para decorar el Pabellón Real de la Exposición Iberoamericana.

Estas obras, que han sido testigos de casi un siglo de historia, han sido trasladadas a su emplazamiento actual en el Salón de las Bóvedas, tras una completa intervención de conservación que ha durado aproximadamente seis años.

Las sargas, realizadas con técnicas tradicionales y tintas de alta calidad en su tiempo, representaban un ejemplo destacado del arte decorativo de principios del siglo XX en Andalucía.

Después de la clausura de la exposición en 1929, estas piezas fueron trasladadas a la ubicación actual, en una tradición frecuente en esa época en los palacios y grandes edificios históricos, donde las telas y tapices se colgaban para embellecer los interiores y reflejar la riqueza cultural y artística.

Entre 2017 y 2023, el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) llevó a cabo una minuciosa restauración de las sargas, que incluyó limpiezas delicadas, estabilización de los tejidos y la recuperación de los colores originales, en un proceso que requirió la intervención de restauradores especializados en tejidos históricos.

La restauración, financiada en parte por fondos públicos y mediante acuerdos institucionales, tuvo un costo aproximado de 150.000 euros, lo que en moneda europea equivale a unos 140.000 euros, considerando la tasa de cambio actual.

El proyecto de protección en el Salón de las Bóvedas, aprobado en abril de 2025, no solo incluyó la recuperación estética de las sargas, sino también la implementación de medidas preventivas para su conservación a largo plazo.

Se instalaron filtros solares en las cristaleras del salón para evitar daños por exposición a la luz, además de deshumidificadores que controlan la humedad relativa del espacio y reduzcan el riesgo de deterioro.

Para el transporte y montaje, se contrató a una empresa especializada en el manejo de obras de arte, garantizando que las piezas no sufrieran daño alguno.

El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, destacó la importancia de esta obra para la ciudad: “La reubicación y restauración de las sargas de Bacarisas representa un paso importante para la conservación de nuestro patrimonio cultural.

No solo recuperamos un fragmento fundamental de nuestra historia artística, sino que también lo mostramos en las mejores condiciones para que tanto sevillanos como visitantes puedan apreciarla”.

Actualmente, en el Salón de las Bóvedas permanecen cuatro sargas más del mismo artista aún en proceso de restauración. Estas están situadas en diferentes áreas del Alcázar, incluyendo las puertas de la Capilla Gótica y la Sala Cantarera, cuya recuperación aún está en marcha y se prevé completar en los próximos años, tras la aprobación de los responsables del patrimonio.

Con estas acciones, el Real Alcázar continúa reafirmando su compromiso con la protección, difusión y puesta en valor de su valioso patrimonio cultural.

Estas nuevas intervenciones consolidan la posición de Sevilla como uno de los principales centros culturales de España y de Europa, que combina historia, arte y tradición en un entorno único.

La inversión en conservación y restauración de sus bienes culturales es, además, un claro ejemplo de cómo la gestión patrimonial moderna busca equilibrar la preservación del pasado con la apreciación del arte en el presente.