El recién inaugurado Festival de Ópera de Sevilla ha comenzado con gran acogida, agotando entradas en sus primeros conciertos en espacios históricos como la Real Fábrica de Artillería y el Real Alcázar. La programación combina obras clásicas y contemporáneas, consolidando a Sevilla como una capital operística de referencia a nivel internacional.

El Festival de Ópera de Sevilla inició oficialmente sus actividades en la ciudad el pasado fin de semana, logrando una acogida excepcional por parte del público local y visitantes.

Las funciones en espacios tan emblemáticos como la Real Fábrica de Artillería y el Real Alcázar han demostrado el interés y la demanda de la ciudadanía por la lírica y la cultura.

Desde su anuncio, la iniciativa despertó expectativas, no solo por la calidad de las producciones programadas, sino también por la elección de escenarios históricos que enriquecen la experiencia teatral y musical.

La Real Fábrica de Artillería, un edificio del siglo XVI declarado Bien de Interés Cultural, fue el escenario de la apertura del festival con la presentación de la ópera "Les Enfants Terribles" de Philip Glass, basada en la novela de Jean Cocteau.

Esta obra, que fusiona música, danza y poesía, agotó sus entradas en cuestión de horas y alcanzó un porcentaje de ocupación del 98,1%, un claro indicador del interés del público.

La producción contó con un elenco de primer nivel, incluyendo la soprano Clara Barbier, la mezzosoprano Lydia Vinyes-Curtis, y el tenor Samy Camps, acompañados por la orquesta y ballet integrados por músicos y bailarinas internacionales.

La dirección escénica estuvo a cargo de Susana Gómez, quien logró transformar la antigua fábrica en un espacio vivo y contemporáneo, evocando el carácter experimental del festival.

El día siguiente, la atención se desplazó al Real Alcázar, cuyo escenario histórico acogió el estreno de "Il Califfo di Bagdad" de Manuel García, en las que fueron sus dos funciones de apertura.

La ópera, que celebra en 2023 su 250 aniversario, fue dirigida escénicamente por Guillermo Amaya y musicalmente por Alessandro D’Agostini, con una puesta en escena que reivindica la herencia operística sevillana y su vínculo con la historia musical del sur de España.

Las localidades en el Alcázar también se agotaron rápidamente, logrando una ocupación del 85,9% en la primera función y el 100% en la segunda, reflejando la gran demanda del público.

La participación de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Joven Coro de Andalucía añadió un nivel de excelencia a las representaciones, en un esfuerzo por convertir este festival en una referencia internacional.

Este éxito de asistencia ha sido resaltado por Angie Moreno, delegada de Turismo y Cultura, quien destacó que "el festival ha superado todas las expectativas en su primera edición, demostrando que Sevilla estaba preparada para ofrecer un evento de primer nivel en el ámbito operístico." Moreno también resaltó la importancia de celebrar estas funciones en lugares patrimoniales, que permiten a la ciudad redescubrir su historia a través de la música y el arte.

La programación del festival continúa en los próximos días con una serie de actividades que incluyen recitales, performances y propuestas en espacios como las Casas Palacio, Casa Salinas y el Hospital de la Caridad.

La mezzosoprano internacional Vivica Genaux, experta en bel canto, inaugurará el ciclo de recitales en el Espacio Turina, con un programa dedicado a Domenico Scarlatti y otros compositores europeos.

Además, la iniciativa pretende consolidar a Sevilla como una de las principales capitales operísticas del mundo. Para ello, se han organizado múltiples actividades hasta el 12 de octubre en diversos espacios históricos, intentando integrar la tradición con la innovación artística.

La colaboración entre el Ayuntamiento, instituciones y patrocinadores como Unicaja y GetYourGuide ha sido fundamental para el éxito inicial del festival.

En definitiva, este evento no solo refuerza la reputación cultural de Sevilla, sino que también abre nuevas oportunidades para atraer turismo y promover la riqueza patrimonial de la ciudad, mediante un patrimonio vivo y contemporáneo.

Con cada edición, la intención es ampliar la oferta y atraer a públicos cada vez más diversos, haciendo de este festival una cita imprescindible para amantes de la ópera y la cultura en general.